El concepto de las tres erres (3 R), también conocido como las tres erres de la ecología o simplemente 3R, es una propuesta sobre hábitos de consumo, popularizada por la organización ecologista Greenpeace, que pretende desarrollar comportamientos responsables en individuos, empresas y organizaciones.
El avance en los últimos años del “desarrollo sostenible”, definido como "el satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones del futuro para atender sus propias necesidades", ha abierto la puerta a muchos conceptos, prácticas y modelos a través de los cuales la sustentabilidad está llegando no solo a las prácticas corporativas, gubernamentales o institucionales, sino incluso a la vida diaria de todos los individuos.
Es así que el modelo de las 3R, desde hace unos años se ha expandido en algunos círculos a 5. ¿Qué implica la adición de dos erres más? ¿Cuáles son?
Las 5 erres son: Reducir, Reparar, Recuperar, Reutilizar y Reciclar. Estas acciones reducen el impacto de nuestra vida sobre el planeta y nos reeducan en el valor de la vida.
Reducir
Reducir en todos sentidos: menos insumos, menos desperdicio, menos peso y distancia para el transporte (reducimos así la demanda de combustibles y el CO2), menos energía para la fabricación, menos energía para el almacenaje (refrigeración, asepsia, etc.), menos productos no degradables o reciclables, menos toxicidad a la salud, menos uso de recursos en general, menos impacto para el planeta.
Reparar
No hay nada lo suficientemente viejo o estropeado que no se pueda reparar. Una gran cantidad de objetos en nuestro hogar y oficina son desechados porque hemos optado por adquirir algo nuevo antes de reparar lo usado; textiles, electrónicos, mobiliario, calzado, equipo de cómputo, telefonía… Hay un sin fin de artículos que son susceptibles de esta R. La obsolescencia programada es justo lo opuesto y es contra lo que hay que batallar.
Reusar
La reparación es solo el primer paso; el reuso de objetos o el diseño de los mismos para que sean fáciles de reutilizar (como la sudadera con garantía de 30 años) podrían generar un impacto favorable en el medio ambiente y en la economía de los individuos. Textiles y calzado que puedan ser donados, útiles y papelería, envases, contenedores, electrónicos, equipos de cómputo. Todo puede tener una segunda vida antes de terminar en los vertederos. Incluso el aceite utilizado en la industria alimenticia, los neumáticos de los autos o las mismas aguas grises. Aquí hay una lista de ideas con imágenes de todo lo que pudieras reutilizar y cómo hacerlo.
Recuperar
Es posible recuperar de aquellos objetos de desecho, algunos de sus componentes para que puedan ser utilizados nuevamente; un buen ejemplo son los metales, que pueden ser separados de los distintos equipos que desechamos y nuevamente ser utilizados. Un acumulador que si se desecha al aire libre puede ser altamente perjudicial, es reciclable en más de 95%. LTH por ejemplo tiene un programa extraordinario en ese sentido. En Chapultepec, el año pasado se instaló una máquina para PET y aluminio, con el fin de recuperar lo separable y reciclar el resto.
Reciclar
Crear un artículo que vuelva a la cadena de recursos, que tenga un sistema fácil y robusto para la recuperación de sus materiales, y que use materiales reciclados o reciclables siempre que sea posible. El papel, por ejemplo, es una de las industrias que más utiliza este principio; incluso hay empresas que solo trabajan de esta manera, como Bio-PAPPEL.
Aquí te dejamos una infografía con las 5 erres ¿Nos ayudas a compartirla en tus redes sociales?